"La educación a lo largo de la vida se basa en
cuatro pilares: aprender a conocer, aprender a hacer,
aprender a vivir juntos, aprender a ser".
Jaques Delors[1]
Uno de los problemas que enfrenta la educación hoy en día es que se confunde la finalidad de la misma, se confunde el término competencia con el de competitividad, no es raro escuchar que los estudiantes eligen una carrera universitaria pensando y calculando lo que van a ganar o bien en casos cada vez más comunes escuchamos que esos mismos jóvenes se cuestionan la utilidad de estar en la escuela, como si la educación se ligara de manera obligatoria a la dinámica del mercado, al ganar o perder o al saber operar.
Para evitar esta confusión debemos retomar el rumbo y replantearnos las cuestiones socio-éticas (compromiso social, crecimiento personal, valores, etc.) opuestas al sentido de competitividad neoliberal que nos bombardean desde diferentes trincheras (llamémosles modas, televisión, comentarios de familiares o amigos, etc.). Ante este panorama nuestra función como docente es fundamental, por ello debemos conocer, comprender y profundizar, para así aplicar, los temas que nos propone Xavier Vargas en la lectura “El aprendizaje y el desarrollo de las competencias”[2]; avancemos poco a poco y reflexionemos sobre los siguientes puntos: competencia, aprendizaje, aprendizaje significativo y aprendizaje situado.
El término competencia, se ha introducido en el ámbito educativo, su comprensión es fundamental para cimentar las bases de la transformación educativa (en el sentido de retomar el valor de la educación) y este concepto va más allá del simple hecho de competir o de acumular conocimientos, más bien hace referencia a la capacidad de actuar de manera eficaz ante situaciones específicas, es la capacidad de organizar y movilizar un conjunto de esquemas para lograr la acción y así resolver un problema determinado. Este término resulta fundamental porque es a través de él que se replantea la educación, su funcionalidad y su valor social.
Ligado a la competencia aparece el concepto de aprendizaje, el cual se refiere a un proceso cognitivo de construcción-deconstrucción-construcción. En el aprendizaje el ser humano se apropia de la realidad, esto quiere decir que a partir de conocimientos previos y de un conflicto cognitivo el individuo reestructura sus esquemas y los vuelve a construir, este proceso perdura hasta que aparece un nuevo conflicto cognitivo; en esta construcción participan de manera simultánea el ámbito social y el individuo. Es fundamental tener siempre presente que el aprendizaje es un proceso no sólo de construcción de conocimientos, sino que mediante él nos construimos a nosotros mismos, a nuestra imagen del mundo y por ello digo que es una “elección de vida”.
Cuando entendemos esto, también comprendemos que todo aprendizaje es significativo, pues de lo contrario el individuo no lo agrega a su estructura cognitiva, es el individuo quien decide, por lo tanto, Xavier Vargas nos dice que el que un aprendizaje sea muy significativo o poco no depende de los docentes (ni se sus estrategias de enseñanza-aprendizaje) sino del propio interés del alumno[3]. Es importante recordar que el aprendizaje es aprendizaje es significativo y situado, lo cual sobrepasa los límites espaciales y es donde entra la creatividad para sobrepasar limitaciones de cualquier tipo.
Les mando saludos.
Sandra Saavedra
[1] .Delors, Jacques (2001), La educación encierra un tesoro, UNESCO, México, p. 102
[2] Mayo 2005. Disponible en: http://www.arquepisteme.iteso.mx/reportesobrelascompetencias.doc
[3]Desde la postura de Jurgen Habermas el interés que tenga el estudiante depende de: el interés que tenga por controlar la realidad, el interés por comprenderla de manera holística y el interés por transformarla o emanciparse a través de la acción de unas ciertas relaciones de poder. Tomado de Vargas, Xavier. El aprendizaje y el desarrollo de Competencias. Disponible en: http://www.arquepisteme.iteso.mx/reportesobrelascompetencias.doc
cuatro pilares: aprender a conocer, aprender a hacer,
aprender a vivir juntos, aprender a ser".
Jaques Delors[1]
Uno de los problemas que enfrenta la educación hoy en día es que se confunde la finalidad de la misma, se confunde el término competencia con el de competitividad, no es raro escuchar que los estudiantes eligen una carrera universitaria pensando y calculando lo que van a ganar o bien en casos cada vez más comunes escuchamos que esos mismos jóvenes se cuestionan la utilidad de estar en la escuela, como si la educación se ligara de manera obligatoria a la dinámica del mercado, al ganar o perder o al saber operar.
Para evitar esta confusión debemos retomar el rumbo y replantearnos las cuestiones socio-éticas (compromiso social, crecimiento personal, valores, etc.) opuestas al sentido de competitividad neoliberal que nos bombardean desde diferentes trincheras (llamémosles modas, televisión, comentarios de familiares o amigos, etc.). Ante este panorama nuestra función como docente es fundamental, por ello debemos conocer, comprender y profundizar, para así aplicar, los temas que nos propone Xavier Vargas en la lectura “El aprendizaje y el desarrollo de las competencias”[2]; avancemos poco a poco y reflexionemos sobre los siguientes puntos: competencia, aprendizaje, aprendizaje significativo y aprendizaje situado.
El término competencia, se ha introducido en el ámbito educativo, su comprensión es fundamental para cimentar las bases de la transformación educativa (en el sentido de retomar el valor de la educación) y este concepto va más allá del simple hecho de competir o de acumular conocimientos, más bien hace referencia a la capacidad de actuar de manera eficaz ante situaciones específicas, es la capacidad de organizar y movilizar un conjunto de esquemas para lograr la acción y así resolver un problema determinado. Este término resulta fundamental porque es a través de él que se replantea la educación, su funcionalidad y su valor social.
Ligado a la competencia aparece el concepto de aprendizaje, el cual se refiere a un proceso cognitivo de construcción-deconstrucción-construcción. En el aprendizaje el ser humano se apropia de la realidad, esto quiere decir que a partir de conocimientos previos y de un conflicto cognitivo el individuo reestructura sus esquemas y los vuelve a construir, este proceso perdura hasta que aparece un nuevo conflicto cognitivo; en esta construcción participan de manera simultánea el ámbito social y el individuo. Es fundamental tener siempre presente que el aprendizaje es un proceso no sólo de construcción de conocimientos, sino que mediante él nos construimos a nosotros mismos, a nuestra imagen del mundo y por ello digo que es una “elección de vida”.
Cuando entendemos esto, también comprendemos que todo aprendizaje es significativo, pues de lo contrario el individuo no lo agrega a su estructura cognitiva, es el individuo quien decide, por lo tanto, Xavier Vargas nos dice que el que un aprendizaje sea muy significativo o poco no depende de los docentes (ni se sus estrategias de enseñanza-aprendizaje) sino del propio interés del alumno[3]. Es importante recordar que el aprendizaje es aprendizaje es significativo y situado, lo cual sobrepasa los límites espaciales y es donde entra la creatividad para sobrepasar limitaciones de cualquier tipo.
Les mando saludos.
Sandra Saavedra
[1] .Delors, Jacques (2001), La educación encierra un tesoro, UNESCO, México, p. 102
[2] Mayo 2005. Disponible en: http://www.arquepisteme.iteso.mx/reportesobrelascompetencias.doc
[3]Desde la postura de Jurgen Habermas el interés que tenga el estudiante depende de: el interés que tenga por controlar la realidad, el interés por comprenderla de manera holística y el interés por transformarla o emanciparse a través de la acción de unas ciertas relaciones de poder. Tomado de Vargas, Xavier. El aprendizaje y el desarrollo de Competencias. Disponible en: http://www.arquepisteme.iteso.mx/reportesobrelascompetencias.doc
2 comentarios:
Muy interesante tus reflexiones, cada día me sorprendes mas amigueta revolucionaria...
Saludos
Woooow acabemos con el neoliberalismo, abajo la cajita feliz, abajo las aguas negras del terrorismo yanki.... muy interesante en verdad nunca habia pensado la diferencia entre competencia y competitividad... fundamental
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